jueves, 20 de marzo de 2008

això és MALLOOOORCAAAAA


Bueno bueno, a ver, recapitulemos que ayer me salté la cita y aquí pasan muchas cosas por día.

He tenido un poco de día de la marmota ya que me he ido a comprar otro abrigo. sí señor, dos días dos abrigos... como esto siga así... No, lo que pasa es que con las prisas me compré uno que no abrigaba suficiente y ayer el que me compré cuando lo vio el frío salió por patas corriendo. Muy guapo no voy, pero frío nada, como si fuera el hombre damart thermolactiv (o como se escriba).

Hoy he hecho mi primera incursión en la Komische oper. He ido a ver los cuentos de Hoffmann que aquí se dice Hoffmans (hasta aquí todo fácil) erzählungen (lo he escrito casi sin mirar..). No os lo creereis... EN ALEMAN!!! Qué raro suena todo, por Dios!!! Pero bueno, así se desvanecieron totalmente las oportunidades que tenía de entender de qué va esta ópera, porque por más que la veo, no la acabo de pillar el truquillo.

La anécdota del día es que mientras estaba esperando para entrar (cobijandome de la lluvia y haciendo tiempo) oigo lo siguiente: -No, i no mos hem d'entebanar que sinos no arribarem... Acto seguido les espeto en mi más porrerenc's mallorquin: - Que sou de Mallorca? Se me han quedado de piedra (eran dos mallorquinas) y les he dicho que si iban a la ópera que nos veríamos luego.

Pueden haber pasado dos cosas. O bien querían estar en un sitio a solas para meterse mano y celebrar su reciente salida del armario y no querían un infiltrado mallorquinot, o bien han perdido la entrada. Porque no creo que rehusaran una velada en mi compañía...


En fin, pilarín, ellas se lo han perdido. NO hablaré excesivamente de la ópera, solo cuatro esbozos. Primero, el bajo, malo. De esa raza que yo denomino bajos barbudos que se les difumina el sonido al salir de la boca y que yo atribuyo a la tupidez de la barba. este tenía más mérito porque no tenía barba... La Olympia (aquí pronunciada Olimpiá), muy rara. Vocalmente muy bien (no tiene excesivo mérito, o se tiene o no) aunque solo le quedaban bonitas las coloraturas y las notas en general piano, las medio forte ya era un sonido feo y los graves, feísimo. Parecía emular en dichos pianos a la soprano de la Bovedilla (quien no sepa quien es que pregunte a mister Blanco). El tenor estaba bastante bien, me recordaba a Toni Comas en el físico y en la voz a no sé quien, era extraña pero bonita y cantaba muy fácil. respecto al cantar, es importante saber, si alguien pretende venir a cantar aquí, que parece ser que la audición consiste en ponerte de lado y cantar (o sease, horizontal) porque aquí todo el mundo venga a tumbarse... qué vagosssss. Por lo que hace a lo vocal, iré acabando que la Nicklause era de la raza de las sopranos enfadadas pero que ni tan solo se enfadaba, es decir, parafraseando a mi hermana E, con sus huevos toreros. Y los coprimarios un poco de todo, algún cañita brava y alguno muy interesante.

La puesta en escena era contemporánea, con algunos puntos muy bonitos, con la luz muy bien jugada y con la interpretación actoral un poco "campi qui pugui". Perdón, matizo, las acciones estaban bien trabajadas, pero había un poco de falta de rigor en lo que a construcción de personajes se refiere. Pero bueno, para eso he llegado yo a berlín (para verlo...porque más, va a ser que no).

vaya coñazorro que os he soltado (como dijo el del bigote). Y eso que me he descuidado al director japonés y a la orquesta pero ya os imaginaréis que estaban fantásticos.

Por cierto, sigo sin noticias de Kevin... si alguien le ve, que le diga que se conecte o a Skype o al messenger...

Aquí va la prueba de que estoy aquí



Au idò, un beso para todos aquellos que lo quieran

1 comentario:

Kevin dijo...

Vaya, vaya, vaya... Así que de Mallorca a Berlín... Salvo por el frío no debería diferir demasiado el paisaje humano... Después de leer atentamente su diario de abordo he de admitir que su aventura suena de lo más apetecible... Salvo por el frío, claro está. Algunas preguntas me sobrevienen a la cabeza: ¿La gente habla todo el día alemán o se toman pausas para descansar? ¿No hay ninguna esvástica en las calles? (lo digo porque aquí aún me encuentro algún aguilucho sospechoso) ¿Y el ambiente cultural? ¿Los alemanes van más al teatro y a la ópera o, en general, los primeros son los mismos petardos postdramáticos y los segundos son las primas de la Castafiore que encontramos aquí? Y al fin llegamos a la médula ósea del asunto: ¿Cómo es el ciudadano alemán? ¿Qué se esconde tras esa imagen exportada de muñeco de cera impasible y depósito natural de cervezas y salchichas?

Y más importante aún: ¿Cómo es la alemana y cuál es la mejor manera de conquistar su corazón? ¿Hay que invitarla a un Bratswurt a la luz de las velas mientras pones el CD de Wagner en el coche?

Me encantaría que arrojara un poco de luz sobre estas inquietudes que de vez en cuando acuden a mí sin y hacen que no concilie el sueño con la Paz que debería hacerlo.

Espero que pueda usted rescatarme del profundo pozo del tópico y descubrir cómo es la vida real sin riesgo de experimentarla, claro está.

Un saludo, una abraçada teletuibana y muchos recuerdos a ese pedazo de Pablo con dos abrigos.

Xao