miércoles, 7 de mayo de 2008

isto puta!!!

HOOOOOOOOlaaaaa!!!!

Ya estoy aquí!!! Perdón por el retraso, pero es que he estado bastante atareado en ocupaciones varias como no hacer nada, gandulear, hacer ver que hago, hacerme creer a mi mismo que hago algo... Bueno, agotador...

A ver donde lo dejamos?? Bueno, primero de todo celebrar la vuelta de el Benjamín del blog (no por edad, pero sí por tamaño), bienvenido. Continuo diciendo que todos aquellos que lo lean sería bonito que dejaran una muestra de su paso, aunque sea una onomatopeya. Es que la gente se pone muy pesadita con el tema es que no estoy a la altura de lo que se escribe... Mirad, si yo escribo, lo puede hacer todo el mundo. A lo que íbamos, mis días en Berlín. Recuerdo que el blog se titula así, o sea que vale ya de hacerme presión para que publique tal o cual artículo, que si esto mola o tal o pascual. Los temas los elegimos yo y mis huevos toreros (expresión de mi hermana E) y no cederemo a chantajes. Os voy a contar algunas cositas de mis días Berlineses.

Primero, fui a ver otra ópera que dirigía Barenboim. Este tío mola. Llega el final de acto (que no sabíamos cuando era, al menos yo y otros entendidazos que ahora explicaré) y se produce un silencio. El maestro hace aquello tan bonito de dar unos batutazos al atril, cosa que interpretamos como un ... coñen, que toca aplaudiren... y todos a aplaudir al maestro. Desarrolladme el tema aplausos si queréis, da para bastante. Yo solo diré que en BCn presencié el cambio más grande de la total friquidad al más tremendo respeto, me explico. Estaba viendo el jardín de los cerezos de Chejov (no sé por qué en catalán lo traducen como el huerto... porque nadie se lleva a nadie al huerto que yo sepa...), pues bien, de repente mutis y se queda el escenario vacio y un tío, en una esquina (ya que era en el antiguo lliure y estaba el público formando tres lados de un rectángulo, con lo cual todos veíamos al susodicho...), el tío, empieza a aplaudir de ese modo así, ostentóreo, como aplauden los empollones del tema. El resto del teatro no le sigue, y el tío, lejos de amilanarse, redobla su esfuerzo y mantiene el aplauso los preceptivos 25 segundos (que, evidentemente parecieron una eternidad). Se calma el campeón y sale uno de la compañía para avisar de que ahora iba un descanso... el tío remontó desde el fango hasta los cielos guiado por la admiración de todos aquellos que no sabemos cuando toca aplaudir... Pero esto fue otra historia. El Barenboim, con su batuta mágica nos guió a todos por la senda del aplauso. Otra cosa curiosa es que me encontré a unos mallorquines amigos, compañeros del coro de Palma en la sala. Por fin pude hablar un rato seguido...

El lunes reanudé mis clases (les hice dos nudos) en la escuela a donde fui la primera vez. El grupo ha cambiado un poco, pero me han puesto en el mismo (o sea, me paso cuatro semanas por el forro y me siguen poniendo con ellos... yo protestaría). Así conozco a algunos y ya las clases empiezan a tener demasiado sabor latino. No os lo dije la otra vez, pero al curso venía una polaca con un cachorro de husky... El pobre se subía por la mesa mienras ella, imperturbable, hacía los deberes...

Más cosas, hoy he ido a que me maquillen de calavera. Sí, habéis leído bien, me han maquillado de calavera. Es que como me aburro un poco porque no tengo amiguitos, pues llamé a un anuncio de que se precisaba modelo para una escuela de maquillaje y para allá he ido. La verdad es que mola, una escuela donde todo son mujeres (Kevin, te paso la dirección) y miles de espejos, como el laberinto de los espejos de la feria... Muy interesante. Me han maquillado de eso, y en unos días tendré la foto en rigurosa primicia.

Otro momento brillante fue cuando el dueño del restaurante donde como habitualmente me invitó, al pasar yo por delante una mañana de domingo, a tomar un café con él y sus amigos. Acepté, no está la cosa como para rechazar amigos, y me senté a escuchar como hablaban en árabe. La diferencia no es tanta, con el alemán quiero decir, así que puse mi cara de aja, y escuché la conversación. En un momento de receso, le pregunté de donde eran y resulta que eran de Palestina algunos y otros del Líbano. Al decir yo que era de España, me dijeron que eso había sido árabe... uyuyuyyy pensé yo... y empezaron a hablar en ese idioma raro. Así que no os extrañe que aparezca con algún cinturón explosivo por las noticias, hay que hacer amigos a cualquier precio...

Voy ahora con mis reflexiones que creo que es la parte más interesante. el tema de hoy son las rubias. He descubierto un descubrimiento. O sea, que tengo una primicia para el pensamiento occidental. El rubio es un catalizador de sensaciones, me explico y haced la prueba vosotros mismos. Si una chica es guapa y rubia es muy guapa, en cambio si es fea y rubia, es un adefesio. Con eso concluyo que la rubiez es un amplificador de la belleza o fealdad. Me entretengo en observar personas de espaldas con un bonito pelo rubio y las adelanto para comprobar y efectivamente, no las hay normales, o son adefesios o son beldades... y ahora, a jugar por la calle, pequeñuelos.

Otra cosa importante a la que he llegado es, como el gran Stanislavski (aunque alguna cantante me preguntara por el de Stravinski) a desarrollar un método. Tengo un método infalible para perderme, soy un profesional. Explico los pasos.. Primero, acudir a cualquier lugar a hacer lo que sea (hasta aquí todo normal). punto dos, establecer un punto de llegada (hasta aquí, seguro que todos lo sabéis hacer) y establecer una línea imaginaria que marque la dirección. Punto tres, y más complicado, empezar a caminar observando la calle, observándola, como un turista, ya sabeis. Y empieza la diversión. Pensar una canción o una música o una película, cada uno lo que quiera y seguid las pistas que la ciudad os da. Os pongo un ejemplo. Pienso en la canción "quince años tiene mi amor" pues bien, cuento quince calles y giro hacia donde creo que está mi punto de llegada... pero si antes pasa una pareja que parece un dúo y van dinámicos andando, les sigo hasta que de repente empiezo a pensar en Manolo Escobar y sigo un camino para carros... vaya, es un método infalible, yo siempre lo consigo.

hala, aquí os dejo un vídeo de Mefistofele de Boito, hago una pequeña cagadita con el texto y el fa se me va a cuenca, pero a quien quiero engañar, no soy perfecto, así que si me prometéis que no se lo mandáis a Matabosch, pues aquí os lo cuelgo.

Por cierto, en breve voy a pedir la colaboración de Violeta para hacer un capítulo especial sobre Mallorca... Ataos los cordones de los zapatos, porque promete mogollón.

Besosssss

4 comentarios:

Bastienne dijo...

Hola nin,

No sé si la chulería es una buena arma para incitar a escribir...pero bueno.

Sobre los aplausos, mundo apasionante allá donde los haya, creo que debería escribirse un libro de protocolo. Sería "El protocolo del aplauso", con ejemplos prácticos y un listado de repertorio (del más interpretado, claro está)con su estructura completa (esto es: si hay más de un tiempo en una sinfonía o en un concierto, final de los actos, ciclos de lieder...) Vamos, una guía para el oyente. Y como nos pirramos por los fascículos, y el tema daría para mucho, pues sería coleccionable. Alguien ha acabado una colección alguna vez?

Saltando de tema, intuyo que les has vendido la moto a los germanos, porque eso de tu "retonno" a clase así sin más...bueno, el detalle del husky ya es para morirse. A ver quién dice que los animales no aprenden.

Sólo añadiré un apunte al tema de las rubias (hoy no es mi día de fluidez mental y no doy para más)no acabo de pillar la verdad del asunto. Será que conozco muchas rubias de bote. Supongo que con ellas la teoría no vale, no?

Bueno, querido, esta vez no añado más que un besito con cariño.

P.D. vale, no lo he podido evitar, faltava una p.d. No entiendo tu sistema para perderte...me perdería por confundir las canciones y contar cada vez algo que no es...en fin.

Joan dijo...

Pabblo, corroboro 100% tu teoría sobre el pelo rubio, exceptuando claro está, el rubio de pote al que hace alusión Bastienne. Que como ya se sabe, rubio de pote ch...o negrote.
Por otro lado, te juro que si tuviera
más euros de los que tengo, iba a Berlín a ver tu cara de "Aja" que has de poner escuchando árabe. No hay dinero en el mundo para pagar esa cara.
Por cierto, creo que ya he visto tu cara de calavera en un e-mail privado del que no haré comentario alguno aquí, ya que tanto tu como tu hermana E y yo estamos implicados hasta el cuello.
Besitos sin babearte la cara de "Aja", y ya estoy esperando la próxima entrega.

Giusseppinni dijo...

Hola

Primero querría unirme con fuerza a la campaña que corrobora tu rubiil teoría (y no por mi... pués ni soy ni chica, ni rubio... ni un adefesio.... digo yo). La rubia, sea o no bella, siempre me intimida... igual que las cabelleras leoninas intimidarían en su dia al mallot de A. Cristo.

A mi me lo parece o ¿hay más rubias que rubios???

A titulo personal el color rubio no me tira mucho... las rubias són demasiado rubias para mi... las bellas rubias són demasiado bellas, y no hay nada que me guste menos que el recolmo de belleza.


Segundo, la técnica de autoperdición apunta alto. Supongo que Berlín és una ciudad más humana que Barcelona. Esta última hace impossible una sana y relajante pérdida.... que lo intentas por Poble Sec, te encuentras con el mar... que lo intentas por l'Eixample, con la Diagonal... que por Gràcia, pues sube y sube y das con Collserola... que Collserola: pues tampoco te pierdes pues ves a todos los coches que van al Tibidabo.

En fin... que cada uno se pierda a su gusto y particular manera.

Salutacions!!

Violetta dijo...

Buenas rei…

Primero decir que el Barenboim me cae cada vez mejor… Está muy bien que le digan a uno cuando debe hacerlo. Yo, para no meter la pata, sólo lo hago cuando es ya inevitable… así nunca “quedes com Sant Albà, amb un colló a cada mà”. Creo que en la tele están mucho más adelantados en este tema y hay un señor que te dice cuando aplaudir, abuchear y demás… Habrá que tomar nota.

Tema rubias. He tomado nota, y después de tu revelación, prometo tomar precauciones a la hora de salir a la calle, no sea que mi sublime belleza provoque más de un accidente (capten el tono irónico). Siguiendo con el tema rubias, en capítulos anteriores de este blog (a quien le interese que lo busque), no se habló precisamente bien de nosotras y debo decir: dame una R, dame una U, dame una… ejem, ejem: LAS RUBIAS NO SON TONTAS. Bueno, queda dicho, aunque realmente, el color de pelo (natural o adquirido) no es importante, lo que sí lo es: “sa dona, magre i neta, que lletga i bruta ja hi tornarà”.

Qué arte tienes para perderte!!! Me encanta tu método. Debo decir en tu defensa (aunque no te hace falta) que tú vienes de una isla en la que es imposible perderte ya que, vayas donde vayas, encuentras agua. Entonces, al llegar al agua (a no ser que tu destino sea la playa), es que te has equivocao… y no hay más que dar media vuelta hasta encontrar el destino.

Que sepas, que ya me han entrado los calores en vista del capítulo “Made in Mallorca” (y no es per sa meva fortor, “que si sa fortor fos boira no hi veuriem”). A ver si cumplimos las expectativas porque “qui pets envia, merda espera”.

Siento no poder haber sacado nada en claro de mi breve visita a Menorca, pero es que los menorquines no hablan, “rallen” y parece que lo hacen tras beberse unas cuantas pomades de Xoriguer, con la boca llena de Coinga y los morros atados por un elástico de Quelytas.

Besossssssssss